No era una pesadilla que pasaba desapercibida en cuestión de dias o incluso horas. No era la típica pesadilla de muchas noches donde levantas chorreando sudor por el miedo y el terror que sentiste, era algo más real, algo que solo podía definirse como realidad donde siempre estuviste escondida. A pesar de los murmullos, los susurros y gritos que escuchas, luchas contra el temor de levantarte, correr y gritar que tienes miedo y que para huir de ello necesitas permanecer despierta para no volver a sentirlo, pero... ¿Alguna vez te planteaste esta cuestión? ¿Que pasaría si la misma pesadilla pasará aún estando despierta? Entonces nada puedes hacer para huir de ella
martes, 3 de julio de 2012
PREFACIO
No era una pesadilla que pasaba desapercibida en cuestión de dias o incluso horas. No era la típica pesadilla de muchas noches donde levantas chorreando sudor por el miedo y el terror que sentiste, era algo más real, algo que solo podía definirse como realidad donde siempre estuviste escondida. A pesar de los murmullos, los susurros y gritos que escuchas, luchas contra el temor de levantarte, correr y gritar que tienes miedo y que para huir de ello necesitas permanecer despierta para no volver a sentirlo, pero... ¿Alguna vez te planteaste esta cuestión? ¿Que pasaría si la misma pesadilla pasará aún estando despierta? Entonces nada puedes hacer para huir de ella
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